Lo impresionante
de servir en BYU es que casi todos los miembros acaban de regresar de su
misión o ya se van. Eso ayuda bastante porque recibimos llamadas de
personas que quieren conocer más y muchos de ellos están interesados.
Algo súper genial
qué pasó esta semana es que fuimos al barrio en portugués y por las
clases de portugués pude pasad y compartir mi testimonio en portugués
(Fueron nada más dos oraciones) pero la gente del barrio estaba muy
contenta porque al menos trate jajaja
Estoy aprendiendo
muchísimo de mi compañero. Lo chistoso es que el no es un misionero en
español, así que solo habla inglés, pero lo pone muchísimas ganas al
portugués. Yo creí que portugués sería más fácil, pero me equivoqué
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